domingo, febrero 20, 2011

EL GROG, LOS BUCANEROS, MI INFANCIA... JA, JA, JA... Y UNA BOTELLA DE RON---


"A vuestra salud y a la mía, viento en las velas, buena comida y un buen botín"
Long John Silver

De la infancia siempre tengo recuerdos, esa infancia hermosa llena de juegos, infancia mía reino de la imaginación. Tuve una niñez amurallada con libros, mi padre me regaló ese habito que aún mantengo y en casa de mi tía Margoth tenía a mi disposición una biblioteca llena de libros de aventuras, cuyas muchas páginas devore con fruición. Desde El último de los Mohicanos hasta Robín Hood , pero mis preferidos eran los libros de viajes y de barcos. Esos libros de mar, de viajes, de barcos, de travesías peligrosas. Esos libros que me llevaban a lugares lejanos, a batallas en el mar, a abordajes audaces, a piraterías y parches a cráneos con tibias cruzadas. Bellos libros que hicieron de mi infancia más nutrida y más lejana.

De entre tantos personajes de los que leí en mi infancia hay uno que pienso es de mis personajes preferidos, salido de un clásico de los libros de aventuras, este bucanero fue, creo; el primer cocinero del que leí, su apodo: Barbecue. Resulta interesante que el término Bucanero tiene un origen gastronómico al parecer viene de carne al bucán, carne que se ahumaba en una parrilla de ramas verdes (bucán), los habitantes de La Española (actual República Dominicana y Haití) se dedicaban a cazar para ahumar sus carnes al bucán para luego vendérselas a las embarcaciones que por allí pasaban, carne ahumada que se conservaba bien en los barcos. Luego la isla fue invadida por España ya que no pagaban impuestos haciendo que estos "bucaneros" se fueran a la Isla de La Tortuga y se dedicara al pillaje o pirería.
Este pirata Barbecue a quien hoy recuerdo, era el dueño de su propia taberna llamada "El Catalejo" en Bristol, se embarca en La Hispaniola como cocinero y termina siendo el líder del motín de esa nave, fue el antiguo contramaestre del Capitán Flint en su nave El Walrus, este cocinero de pata de palo y loro en el hombro fue el arquetipo del pirata en mi mente infantil. Sabrán ya que hablo del personaje Long John Silver del famoso libro de Robert Louis Stevenson: La Isla del Tesoro (1883). En esa libro la narración de Jim Hawkings me hizo vivir de niño toda una aventura en la mar y luego peleas de piratas, peligros, sobresaltos y unas cuantas noches de desvelo queriendo saber qué ocurriría luego. En este libro además de que Silver era el cocinero del barco hay varias referencias de cocina, como la del barril de manzanas famoso, donde Jim estaba cuando oyó la conspiración de Silver en la goleta La Hispaniola.

Una referencia constante en el libro es sobre la bebida por excelencia de los piratas, bucaneros, filibusteros y corsarios que surcaron el mar Caribe, el ron. Me resulta curioso que cada tripulante tenía una ración de ron diaria establecida por ley para su consumo. Ración esta que no es ficción, la Real Armada Británica mantuvo la ración diaria de ron hasta el 31 de Julio de 1970, fecha en que fue eliminada y fue conocida como Black tot day. El ron néctar hecho de caña de azúcar y añejado en barricas de roble, se consumía en grandes cantidades en los barcos de los que tanto leí en mi infancia. También conocí en esos viajes imaginarios el Grog, bebida inglesa creada -dicen las leyendas- por el almirante Edward Vernon para tratar de rebajar el grado alcohólico del ron. El grog un clásico inglés que llenó de calor los cuerpos de los marinos en las noches de guardía y de alegría en sus celebraciones a bordo.

Filibusteros de mi infancia que me enseñaron esas palabras que resuenan aún en mis oídos: ron y grog, en esta noche fría de las montañas andinas y recordando al viejo Billy Bones, al capitán Flint -quien murió por abusar del ron y del grog- tomo yo mismo un vaso de grog y pienso en el mar lejano. Les dejo la receta del grog que el viejo lobo de mar Long John Silver servía a la tripulación de La Hispaniola.

Long John Silver Grog

Una medida pirata de ron oscuro de la Indias occidentales (Preferiblemente de Jamaica o de Venezuela)
1 C de azúcar morena de caña
el jugo de media lima (limón en Venezuela)
2 cascaritas de lima (limón en Venezuela)
una rama de canela
agua caliente
Hacer una infusión con la canela y una cáscara de lima; aparte mezclar el ron, el azúcar, el jugo de lima, la otra cascara e incorporar el agua caliente infusionada con casacara de lima y canela. Degustar en la proa del barco con un catalejo puesto en el horizonte o en el camarote revisando el mapa del tesoro.

Y con esta receta la canción preferida del bucanero cocinero más famoso de la literatura el viejo Long John Silver:

«Quince hombres en el cofre del muerto.
¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ; Y una botella de ron!
El ron y Satanás se llevaron al resto.
¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ¡ Y una botella de ron»


viernes, febrero 11, 2011

CATA DIRIGIDA DE MÉRIDA


1.1- Mérida siempre ha tenido fama de ciudad intolerante, de ciudad de puertas y ventanas cerradas, de zaguanes misteriosos, de ciudadanos poco dados a conocer cosas nuevas, poco dados a experimentar lo no tradicional. Estas cosas atribuidas quizá al carácter serio y distante del merideño, -del gocho que dicen despectivamente en otras regiones- El andino es poco dado a los excesos de confianza, a las muestras efusivas de cariño y a hablar de "tu", porque en la Mérida Señorial se habla de "Usted" ¿Por Qué eso causa tanta sorpresa a los venezolanos de otras regiones? La verdad no lo puedo imaginar. Mérida con la imagen de Señora mayor marcada por siglos de colonialismo y el peso de la iglesia católica que le desvía la mirada de los vicios del alma. No por nada Santiago de los caballeros de Mérida (así se llama la ciudad) es conocida como La Ciudad de los Caballeros.

2.1-- Mérida es conocida por su Universidad y por la vida estudiantil, Mérida es también vista como niña dilatada e irresponsable. En Mérida donde se puede festejar cualquier día de la semana y consumir licor desde la mañana. Mérida donde hay de todo y para todos los gustos. Ciudad de vicios y excesos. ¿Por qué habría de ser esto una sorpresa para alguien? Tantos jóvenes viviendo solos, tantos intentos de explorar el mundo. Mérida ciudad de la juerga y de la vida disipada. Mérida ciudad estudiantil y llena de costumbres de otras regiones, llena del bullicio y los excesos de confianza de maracuchos y orientales, de llaneros y guaros, de caraqueños y tachirenses, de falconianos, trujillanos, guayaneses, valencianos... Mérida, resumen de toda Venezuela. Juventud sin freno llena de alegría y ganas de conocer el mundo deambula por Mérida molestando sus zaguanes y abriendo sus ventanas. Mérida ciudad atrevida, irreverente, Mérida ciudad seductora y bohemia.

1.2.- No me imagino como en la Mérida antañona y cerrada de la que tanto hablan pudiera haber abierto las puertas un establecimiento de comida china, ¿Cómo conquistar ese mercado misterioso y encerrado? Dice mi padre que el merideño va a un restaurant a comer para observar cómo se puede hacer ese plato en casa. Recuerdo a mi madre haciendo intentos para preparar en casa nuestro plato preferido del restaurant Alto Chama, la pechuga rellena. Recuerdo los intentos de cazuelas de mariscos, paellas, las espectaculares hamburguesas tipo "americano" que tantas veces cocinó papá en casa, recuerdo con mucho cariño las visitas domingueras a un restaurant, recuerdo nuestra gira por los nuevos restaurantes de la ciudad, para probar ¿Qué tal?, recuerdo las palabras de mi padre: "muy buen lugar, la comida excelente, vendremos de nuevo antes que lo dañen" me explicaba que los restaurantes duraban el tiempo justo hasta que los dueños decidían poner un encargado. (el ojo del amo engorda el ganado) luego de eso iban en franca caída hacia la quiebra (se dañaban). Aún hoy el merideño es un consumidor que juega a los seguro, que no cambia de restaurant ni de cafetería, ¿Cómo traer nuevas tendencias a una ciudad tan costumbrista? Mérida ciudad de restaurantes de tradición con clientela de toda la vida.

2.2.- En la Mérida universitaria y atrevida han florecido negocios de sushi a montones, y se han multiplicado como conejos nocturnos los establecimientos de comida rápida, en calles, mercados, plazas, esquinas, avenidas. Carritos humeantes donde se ha venezolanizado la hamburguesa y el hot dog haciendolo nuestros por el uso y forma de consumirlo. Han hecho más han ido más allá de las fronteras de la carne entre dos panes y han fusionado esto con arepas, con patacones maduros, patacones verdes, han combinado el queso e´mano con fórmulas foráneas, han hecho del tequeño y la papa frita hermanos interraciales pero felices que nadan y juguetean en la freidora cual piscinada familiar. Nuestros cocineros locales saben que una hamburguesa con aguacate y huevo frito, que un perro caliente con queso de año es lo que necesitan estos atrevidos y poco acaudalados estudiantes. Saben que quieren comida sencilla, sabrosa y accequible. Mérida ciudad de comida informal, de comida de pie, de comida apurado, de comida de noche, de madrugada.

Mérida tiene muchas lecturas, muchas miradas, va desde los patios internos poco visitados, entre secreteos y costumbres arraigadas, con dulcería ancestral, hallacas centenarias, y embutidos familiares y las mesas bien servidas hasta Mérida con propuestas de cocina innovadoras, propuestas asiáticas, árabes, indias y las de comida rápida. Mérida abierta y cerrada, Mérida misteriosa y Mérida prístina, Mérida bella y siempre encantadora. Mérida es un vino misterioso que tiene notas de catas extremas, por un lado se siente añeja con mucho paso por madera, con notas a cuero y frutos rojos, equilibrado y bien lograda, pero es también un vino joven y afrutado, muy fresco y con un poco de acidez que equilibra el conjunto. En ambos casos Mérida es un vino magnífico y suis generis y que tiene larga persistencia en la boca y en el corazón.

miércoles, febrero 02, 2011

DUELOS Y QUEBRANTOS Y LOS RELLENOS IMPERIALES

Freddy Castillo Castellanos: El Biscuter

El querido y admirado Biscuter en su blog Duelos y Quebrantos que sigo desde hace años habla en su post del 27 de Diciembre del 2010 sobre Alvaro Cunqueiro y el libro que Tusquets le publicó, y entre su estilo maravilloso y preciso,-el del Biscuter- entre sus citas y referencias literarias, entre su amor por la buena mesa y por las letras, me contagia de su pasión por los libros de gastronomía, por la poesía y por la vida. En ese post -que recomiendo como siempre- viajo con el Biscuter entre los volátiles reales de la cetrería y entre las mesas nobles que describe Cunqueiro en su prosa, y me hace querer hacer una asado a la vieja usanza, con buenas viandas, de caza naturalmente, al aire libre y acompañado de entrañables amigos.

Estos Duelos y Quebrantos que publica cada lunes son material de inspiración para cocinar, escribir y vivir. Grande blog, excelente y admirado autor. Les dejo una receta que de Cunqueiro pone en su blog y que como siempre me asombra y me contagia de ese sentimiento de dulce amor a las lumbres:

Relleno Imperial adobado
Rellene una aceituna con una anchoa. Rellene con esa aceituna un pajarito. Rellene con el pajarito una codorniz. Con la codorniz, una perdiz. Con la perdiz, una pintada. Con la pintada, un gallito. Con el gallito, una liebre. Con la liebre, un pavo. Con el pavo, una avutarda. Con la avutarda, un cerdo. Ponga el cerdo relleno al horno y déjelo a fuego lento seis o siete horas, hasta que todos los rellenos hayan soltado sus jugos